miércoles, 15 de junio de 2011

Podrás perdonar mis maneras tan confusas, mis actitudes a veces incomprensibles y mi llanto sin sentido? Tienes que disculpar a esta patética niña. No consigo controlar la sombra de la angustia que eclipsa mi sonrisa. Quiere invadirme la desesperación! Perdóname, ayúdame!
O mejor ahora déjame sola.

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