Podrás perdonar mis maneras tan confusas, mis actitudes a veces incomprensibles y mi llanto sin sentido? Tienes que disculpar a esta patética niña. No consigo controlar la sombra de la angustia que eclipsa mi sonrisa. Quiere invadirme la desesperación! Perdóname, ayúdame!
O mejor ahora déjame sola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario